jueves, 15 de febrero de 2007

Cómo educan los medios (2º parte)



















¿Por qué será que cuando las empresas encaran un "proceso de reestructuración" en búsqueda de una "mejora en la rentabilidad", lo primero que se menciona es la "reducción de personal"? ¿Qué culpa tienen los operarios o empleados? ¿Algún economista o licenciado en administración podrá encontrar argumentos valederos para justificarlo?

En un giro inesperado, Daimler abre la puerta a una posible venta de Chrysler
February 15, 2007 4:05 a.m.
Por Stephen Power, Gina Chon y Neal E. Boudette
The Wall Street Journal ("robado" de www.wsj.com/americas)

El hecho de que DaimlerChrysler reconociera ayer que es posible que tenga que encontrar un socio o desprenderse de su alicaída unidad estadounidense, Chrysler Group, subraya la gravedad de la crisis que azota a las grandes automotrices de Detroit. Pero esta situación también podría presentar una oportunidad para un rival en busca de una mayor presencia en América del Norte.

El gigante germano-estadounidense —que registró una caída de 40% en sus ganancias netas en el cuarto trimestre tras una pérdida operativa de 124 millones de euros (US$161 millones) de Chrysler— presentó un plan de reestructuración que incluye el recorte de 13.000 empleos en Estados Unidos y Canadá, el cierre de una fábrica, otras reducciones de producción y la eliminación de ciertos modelos poco populares. El plan pretende que Chrysler vuelva a ser rentable en 2008.

En una conferencia de prensa en la sede de Chrysler, en Michigan, el presidente ejecutivo de la automotriz, Dieter Zetsche, reconoció que este plan puede ser insuficiente para sostener a Chrysler a largo plazo. A la vez que implementan el plan, Zetsche y su equipo de asesores buscarán posibles socios para expandirse a los mercados internacionales. Tampoco descartan la posibilidad de una venta. "Todas las opciones están abiertas", dijo Zetsche, contradiciendo su postura anterior de que Chrsyler no está a la venta.

El precio de las acciones de DaimlerChrysler se disparó al conocerse el anuncio del nuevo plan, cerrando ayer a US$69,78 por acción, un alza de 8,27%, o US$5,33 por título, en la Bolsa de Nueva York.

La lista de posibles socios para Chrysler incluye a la francesa Renault SA y la japonesa Nissan Motor Corp., ambas dirigidas por Carlos Ghosn. A mediados del año pasado, Ghosn mantuvo una serie de conversaciones respecto a una posible alianza con General Motors Corp., pero los intentos no rindieron frutos. Aun así, Ghosn insistió en que seguía interesado en encontrar un socio estadounidense para reforzar la alianza entre Renault y Nissan. Un portavoz de Nissan dijo ayer que siguen "convencidos de que una ampliación de la alianza generaría mucho valor", pero agregó que actualmente no contemplan conversaciones con ninguna automotriz.

DaimlerChrysler ha contratado a J.P. Morgan Chase & Co. como banco asesor, según fuentes al tanto de la situación.

La decisión de DaimlerChrysler de abrirle la puerta a posibles socios o incluso a un comprador para Chrysler pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las automotrices de Detroit en su batalla por reestructurar el alto costo de sus operaciones estadounidenses.

Las tres grandes automotrices solían recuperarse por su cuenta de los momentos difíciles. Pero sus problemas actuales parecen ser demasiado grandes para superarlos sin recurrir a la ayuda de otros fabricantes en todo el mundo o sin remodelar sus prácticas tradicionales de negocios en EE.UU., empezando por sus compromisos con el poderoso sindicato United Auto Workers.

Al exponer su plan de reorganización, el presidente ejecutivo de Chrysler, Tom LaSorda, dijo que la automotriz debe dejar de depender de los recursos "internos" y aceptar alianzas "para crecer y gestionar los costos".

Gente familiarizada con la situación asegura que un pequeño grupo de ejecutivos de DaimlerChrysler ya ha empezado a explorar formas en que la compañía podría desprenderse de Chrysler, pese a que cualquier decisión o posibilidad tardaría en materializarse de modo de darle un tiempo al actual plan de reestructuración.

El cambio de parecer de la compañía sobre la posible venta de Chrysler llegó después de lo que Zetsche describió como un trimestre "difícil y decepcionante" para la división estadounidense. Una de las consecuencias del débil desempeño de la automotriz es que DaimlerChrysler ha cedido a Toyota su tradicional tercer puesto en el mercado estadounidense. En 2006, Toyota vendió 2,5 millones de vehículos en EE.UU., superando por primera vez a Chrysler.

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